Descripción |
Conjunto formado por coronas cruces y otros objetos litúrgicos de oro y pedrería que debieron pertenecer a una importante basílica o monasterio. Fue descubierto casualmente en un paraje de Guadamur (Toledo) en 1858. Tras su hallazgo, muchos de los objetos fueron destruidos y otros robados. Quedan tres lotes de joyas que se guardan en el Museo de las Termas de Cluny, en el Palacio Real de Madrid y en el Museo Arqueológico Nacional. Destacables son la corona ofrecida por el rey Recesvinto (649-672), un grupo de cinco coronas, cuatro cruces colgantes y los brazos de una gran cruz.
El tesoro de Guarrazar representa el mejor ejemplo de la actividad de los talleres oficiales de la corte toledana y constituyen una muestra esplendorosa de la orfebrería de la época visigoda.
|